Los próximos 17, 18 y 19 de julio tendrá lugar, organizado por la Universidad Nacional del Nordeste, el IV Congreso Internacional de Artes: Límites y Fronteras. El encuentro –que se realiza en el marco de la Bienal Internacional de Escultura Chaco– busca crear, a partir de mesas temáticas, exposiciones de ponencias y grupos de trabajo, un espacio de intercambio y discusión entre artistas, investigadores, gestores culturales, docentes y estudiantes acerca de las intersecciones de los lenguajes de las artes, los difusos límites actuales entre teoría y práctica con el objetivo de brindarle a la Bienal una dimensión académica y científica.

La tarde del primer día, estaré presentando una de las charlas inaugurales: La investigación-creación. Experiencias y desafíos, relativa a este enfoque particular sobre la investigación en artes en el que vengo trabajando, para elaborar sobre sus alcances, problemáticas y posibles soluciones en el contexto académico y universitario. Además, la videoinstalación Metaminerales –creada en colaboración con la artista visual Maria Paula Jaramillo Gómez– forma parte de la muestra del encuentro.

Por la tarde del jueves, estaré también presentando en concierto y charlando alrededor de las piezas que componen Costumbres Argentinas, album estrenado en 2023 y que estoy girando de manera federal durante este 2024.

El Congreso, además tendrá distribuidos en los tres días, espacios para intervenciones artísticas, performances, instalaciones, workshops y seminarios intensivos con la participación de invitados nacionales e internacionales.

Me pone muy contento volver a formar parte de este gran encuentro, del que tuve el agrado de participar por primera vez en el año 2018. Quien quiera saber más acerca del encuentro, puede seguir de cerca las redes de la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura de la UNNE.

Gracias por leer y, si están por allá: ¡nos vemos pronto!

En el año 2021 –segundo año de la pandemia del COVID19–, ya con la primera oleada de trabajo que representó la digitalización de contenidos medianamente resuelta, el panorama comenzaba a ser, poco a poco, más esperanzador: por un lado volvía paulatinamente la presencialidad a las aulas; por otro seguíamos contando con todos los materiales y recursos digitales asincrónicos que, desde nuestro rol docente, habíamos producido durante el primer año de aislamiento.

Siendo que hace años me dedico a dar clases de Metodología de la investigación y de acompañar seminarios de Trabajo final tanto en nivel de grado como en posgrado, el caso no fue la excepción. En tanto pude organizarme, me pareció una buena idea comenzar un pódcast que además de permitirme despuntar el vicio, sirviera para alimentar una especie de repositorio, un curso que fuera consultable de manera asincrónica para quienes transitan sus tesis o seminarios de Introducción al pensamiento científico [IPC], metodología o epistemología, que contara con un vocabulario ameno para facilitar su escucha, y que, a la vez, me permitiera sistematizar el material complementario que recomendaba en mis clases.

La idea original era bautizarlo como solo sé que no sé nada haciendo alusión a la célebre paradoja de Sócrates, sin embargo –qué ingenuo– ya existía una gran cantidad de iniciativas con ese nombre. Después de algunas vueltas, opté por combinarla con otra famosa frase que fuera enunciada por René Descartes: pienso, luego existo. El resultado es el nombre que quedó: pienso y no sé nada. Además, viéndolo a la distancia, refleja también esa sensación de haber estudiado un tema, o leído determinados textos con cierta profundidad y sentir que cuando hacemos una pausa o miramos hacia atrás, nos invade la sensación de no haber entendido nada de lo que acabamos de leer, ver o estudiar. Entonces, pienso y no sé nada, además de ser el resultado de la combinatoria entre estas dos frases, cumple en sintetizar un momento, una sensación de vacío que, a la vez, con el desarrollo de cada tema, trata de mitigar.

Sin tener un lanzamiento periódico ni una duración impuesta, el proyecto fue creciendo, sumando episodios que abarcan el desarrollo de posiciones epistemológicas, posturas filosóficas, algo de historia de la ciencia, mitología y, por supuesto: herramientas metodológicas.

Para quienes aún no lo conocieran, les extiendo entonces la invitación a sumarse a esta comunidad y suscribirse tanto en YouTube como en Spotify. Además, el pódcast está disponible para su uso e inclusión en cursos y seminarios, con lo cual también pueden sentirse libres de sumarlo como material de consulta o complementario en el caso de que estén al frente de alguna clase o espacio de enseñanza.

Les agradezco de antemano por el apoyo, la escucha y las eventuales compartidas con quienes crean que pueda serle útil conocer el proyecto.
Salud.

Cada tanto, por esas derivas de las lecturas que uno va haciendo a lo largo de su vida, vuelvo a Benjamin. Esta vez, después de pasar por El libro de los pasajes para estudiar las definiciones de archivo y de colección que hace el autor, volví a Diario de Moscú, un texto donde el propio Benjamin narra su estadía en esa ciudad entre diciembre de 1926 y febrero de 1927. Hay interpretaciones sobre este viaje, hay quienes creen que su intención principal era vivir en primera persona la realidad comunista y el bolchevismo; y hay quienes creemos que aquel viaje estuvo motivado principalmente por el reencuentro con su amada Asja Lacis, una actriz con la que había mantenido un vínculo amoroso en épocas pasadas.

Pero lo que aquí les comparto no está motivado por su trasfondo amoroso sino por el abordaje de lo sonoro que hace el mismo Benjamin, en particular, en una de las entradas de su diario. Y es que de la entrada del 30 de diciembre brota la musicalidad, la sonoridad y la actitud de escucha que el autor mantenía desde la habitación en la que se hospedaba. Cabe la aclaración: si bien la transcripción que aquí les comparto corresponde a la edición de Editorial Godot (2019), me he tomado la licencia de cambiar dos palabras de la traducción que hace Paula Kuffer: ella habla de apertura y de motivos pero, humildemente, creo que es más apropiada la traducción que ofrece Marisa Delgado en la edición de Taurus (1990), que utiliza obertura y leit-motivs, conceptos puramente musicales que encajan perfecto en el contexto de la descripción.

30 de diciembre
«El árbol de Navidad aún está en mi habitación. Poco a poco logro reconocer el orden de los sonidos que me rodean. La
obertura empieza muy temprano y consta de varios leit-motivs: primero, las pisadas en la escalera que está delante de mi habitación y que conduce al sótano. Seguramente, se trata del personal del hotel, que sube para ir a trabajar. Luego empieza a sonar el teléfono en el pasillo, y no suele parar hasta  la una o dos de la mañana. En Moscú este aparato funciona a la perfección, mejor que en Berlin o París. Te comunican en tres o cuatro segundos. Sobre todo oigo a un niño que grita cuando habla por teléfono. Uno se va familiarizando con las cifras en ruso cuando escucha la descomunal cantidad de dígitos. Luego, sobre las nueve, llega un hombre, llama a una puerta tras otra y pregunta si la puertecita está cerrada. Es la hora de calefaccionar. Reich sospecha que, aunque esté cerrada, en la habitación entra un poco de monóxido de carbono. Es muy probable que así sea, porque a menudo por las noches, el ambiente es sofocante. Además, también emana calor del suelo que, como la tierra volcánica, tiene puntos muy calientes. Antes de salir de la cama, un golpeteo rítmico sacude el sueño, como si estuviesen preparando unos bistecs gigantes: están cortando leña en el patio interior. Y a pesar de todo, mi habitación destila tranquilidad. Pocas veces he estado en una habitación en la que trabajar me resultara tan fácil.» (Benjamin, 2019, p. 83)

En lo personal, me resulta fascinante cómo Benjamin, a partir de una escucha acusmática, se adentra en la descripción de un paisaje sonoro con lujo de detalles, incluso aludiendo a una serie de analogías musicales que se imbrican con total naturalidad con su poética literaria. Además, por una cuestión de deformación profesional suele sensibilizarme mucho cuando algún texto –ya sea de ficción, o de no ficción como es este caso– incurre en este tipo de descripciones porque me permite aprender otras formas de relacionarse y de develar lo sonoro, de caracterizar la escucha y el espacio al que atiende librando a la imaginación a conformar esa atmósfera sonora de manera casi automática. También permite entender el valor que el autor le otorga a esa escucha, permitiendo además describir situaciones que suceden incluso fuera del alcance de su visión.

¿Recuerdan algún texto que describa lo sonoro de manera similar? ¿Les ha pasado poder imaginar cómo suena lo que Benjamin relata? Les agradezco de antemano por su tiempo para con esta lectura y por cualquier comentario que tengan ganas de compartir.

Torre Radial de Moscú.

Benjamin, Walter (2019). Diario de Moscú 1926/1927. Traducción de Paula Kuffer. Buenos Aires: Ediciones Godot.

Benjamin, Walter (1990). Diario de Moscú. Traducción de Marisa Delgado. Buenos Aires: Taurus.

A tan solo unas semanas del lanzamiento en plataformas digitales del álbum Costumbres Argentinas, con mucha alegría les quiero contar que llega el momento de su primera presentación en público. La cita será este viernes 10 de noviembre a las 19hs en el auditorio del Centro de Arte Sonoro [CASo], Riobamba 985 [Museo Casa del Bicentenario], Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El concierto sonará en un sistema de sonido envolvente cuadrafónico y contará con la presentación de Fútbol, Locro y Tango, las tres piezas que componen el álbum, junto a algunas notas, comentarios y reflexiones que complementan y contextualizan al proyecto.

Me encantará poder compartir con ustedes esta primera presentación porteña, antes de que comience la gira federal. A quienes estén en la Ciudad y quieran acercarse a pasar una tardenoche de música y escuchas, está extendida la invitación: la entrada es libre y gratuita.

Les agradezco todo comentario y difusión.
Salud.

Después de mucho empeño y trabajo, finalmente llegó el estreno de Costumbres Argentinas, un proyecto en el que vengo trabajando desde el año 2017. El álbum reúne tres piezas que fueron pensadas, compuestas y presentadas en distintos momentos: Fútbol, que se estrenó en el año 2017 en el Festival Monaco Electroacoustique; Locro, estrenada en 2019 en un concierto en el Centro Cultural Recoleta en Buenos Aires; y Tango, que tuvo su estreno hace muy poquito en Mar del Plata, en la Semana de la Música Contemporánea del 2023.

Costumbres Argentinas es un álbum de música acusmática, esto es, un género de música que es compuesto con medios electroacústicos y que está pensado para ser exclusivamente escuchado en un sistema de parlantes. Y aunque estas tres piezas están concebidas para sonido envolvente, el álbum cuenta con reducciones a estéreo para que puedan ser escuchadas en cualquier sistema hogareño o incluso con auriculares.

Además, la música acusmática puede pensarse de distintas maneras: hay quienes prefieren utilizar sonidos generados desde cero, apelando a su carácter de inaudito; también hay quienes transforman sonidos grabados para que sea imposible reconocer su fuente, utilizándolos exclusivamente por sus características sonoras; por último hay quienes sí se permiten utilizar sonidos reconocibles, apelando a su condición semántica o referencial. Para el caso de Costumbres Argentinas, si bien se utilizan recursos de distintos tipos, la búsqueda es principalmente la de incluir esas sonoridades familiares que provienen de nuestra cotidianidad, permitiendo su reconocimiento y buscando generar otro tipo de vínculo desde la escucha.

El arte de tapa es obra de Facundo Leguizamón, quien después de adentrarse en el concepto del proyecto, se subió sin dudarlo para aportar sus filetes. El diseño de las piezas que acompañan al álbum es de María Paula Jaramillo Gómez.

Ya lo pueden escuchar en Spotify, en YouTube y en todas las plataformas digitales y pronto habrá una presentación en vivo. Espero que disfruten la escucha tanto como yo el haber trabajado con estos sonidos. Les agradezco de antemano por su escucha y, quienes quieran, pueden también compartirme sus comentarios, me encantará leerlos.

Salud.